2 ago 2011

El sitio vacío

“Este gordo ocupa mucho lugar”, le dijo el marinero a un superior de la tripulación. El hombre de tosca envergadura, hizo oídos sordos levantando la pierna para colocarse en el único espacio que quedaba en la barcaza. El marinero le instó a que abandonara el sitio, pues había una mujer en avanzado estado de gestación a la espera de ocuparlo. “No he pagado el pasaje más caro del Titanic para que sólo se salven estas miserables”. ¡Pam, pam! – se escuchó. Se quedó el sitio vacío. Así fue como tu madre y yo, sobrevivimos al naufragio.

Autora: Victoria Eugenia Muñoz Solano

FOTO: Supervivientes del Titanic en uno de los botes salvavidas.

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